¡Pido, oh mundo, oh cielo, un suelo fresco donde tumbarme y olvidar... donde vivir lento y respirar alegre!
Tengo... tendré que empezar a creer en la reencarnación. ¿Por qué entonces añoro cosas que nunca viví en esta vida? ¡Oh futuro, tú, sólo tú, puro... oh cólera desterrado! ¡Quiero que mis ojos vuelvan a brotar de la espuma!
Sólo quiero entender un soneto de Lope, una rima de Bécquer o un heptasílabo de Salinas...
Dame, ¡oh nada!, un lugar donde no sienta.
Toda mi suerte para vosotros.
domingo, 3 de agosto de 2008
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