Llevo un día un tanto llano, plano al mismo tiempo que horizontal. Noto el don lejano, sin ganas de hablar ni respirar aire recordado.
Sueño con parajes nuevos, alejados de estas nubes occidentales. Tal vez la Toscana, La India, Segovia, yo que sé... Siempre con mi macuto de cuero y una mano amiga a la que poder mirar.
Oigo música clásica entre el cemento viejo de las piedras.
Mucha suerte.
viernes, 18 de julio de 2008
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