lunes, 21 de julio de 2008

Jardín meloso

Qué decir, qué pensar, qué hacer, qué sentir, qué soñar, qué amar, qué experar, qué añorar...
Continuo impermeable a tantas y tantas cosas. Acabé acabando acabado. La miel es verde como el trébol esmeralda que crece entre el cesped, dorada bajo la luz del sol... pura, amarga, pero muy pura y dulce, y suave. Cada vez me doy más cuenta de lo que anunciaba Segismundo en La vida es sueño de Calderón de la Barca es muy cierto, muy verdad: "que toda la vida es sueño,/y los sueños, sueños son." Puede considerarse ésto adtitud o yo que sé de loco, pero los sueños son pilares en nuestro respirar mundano que nos transportan a los deseos más mágicos de la imaginación.
Soñemos pues en esta vida de himnos y perros, para que logremos hacer más cálida nuestra estancia en este mundo, en estos paisajes de sal y espuma.
Este camino necesita flores que alimentar...

Que sea lo que Dios quiera...

Mucha suerte.

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