Las rosas continuan con su tallo verde-frescura, como la brisa que recorre las calles de Alcobendas durante las mañanas de verano: morena, tranquila, susurrante y cálida...
Mañana será un día nuevo, otro tachón más para el rebaño de los días pasados que viven en el calendario. Ya surgirá algo que hacer.
La añoranza ataca poco a poco mis labios; olor, suavidad, fresa...
¿Y qué daría yo por sonreír a su boca mientras mira mis pasos?
Nympha pulchra est.
Mucha suerte... y cuidado con los movimientos bruscos del barco.
martes, 22 de julio de 2008
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