martes, 22 de julio de 2008

He cambiado el pequeño tintero porque me quedé sin tinta

Las rosas continuan con su tallo verde-frescura, como la brisa que recorre las calles de Alcobendas durante las mañanas de verano: morena, tranquila, susurrante y cálida...
Mañana será un día nuevo, otro tachón más para el rebaño de los días pasados que viven en el calendario. Ya surgirá algo que hacer.
La añoranza ataca poco a poco mis labios; olor, suavidad, fresa...

¿Y qué daría yo por sonreír a su boca mientras mira mis pasos?

Nympha pulchra est.


Mucha suerte... y cuidado con los movimientos bruscos del barco.

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