martes, 9 de septiembre de 2008

Adiós, verano

Cómo se nota que ya se ha cerrado una puerta para que se pueda abrir la siguiente: el verano ya ha terminado su estancia y ahora da paso a un nuevo periodo. Mañana otra vez todo encima y de golpe. No sé, me da pereza, curiosidad, desgana, ganas, ilusión y miedo volver de nuevo. En el maldito verano he aprendido que ya entro en una "época" en la que no quiero estar quieto, parado, sin hacer nada... ¡y no entiendo porque ahora añoro tanto la vagancia, coño! Pero bueno... ¡a galopar, a galopar hasta enterrarlos en el mar!
El verano, al final, con todos sus qué haceres y sus desaceres, ha resultado ser lo que tiene que ser: ¡un verano! Todo ha sido muy bueno, gracias a todos por todo. ¡Optimista y rapsódico total!


Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro puro
y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.

Blas de Otero


"... sed libera nos a malo."


¡Salud!, República y mucha suerte.

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