He vuelto a casa sin la voz ronca;
Alex decía que me parecía al Duque. Hoy he revivido aquellos recuerdo que tengo ya guardados del curso anterior en los que mis queridos camaradas y yo constituíamos la graciosa afición denominada
Frente Verde. El colegio ha creado, se puede decir, una afición
baloncentística (la
Marea Verde) y bueno, nosotros somos ese sector del gentío que se deja la voz con gritos de ánimo (hasta cuando el final ya está escrito) y de tontería
alocadamente mezclados. El partido de esta tarde fue de las chicas de 2º, el cual ganaron. Me divertí mucho con esos padres picados y coléricos porque hubiera un árbitro "casero". Nos viene una señora (a nosotros el graderío) y nos suelta "Muy buen arbitraje habéis tenido". ¡Pobre niñas,
cojones, que se lo merecían! En fin, va cogiendo el tema, poco a poco, su punto
rapsódico de vivencias y momentos.
La semana sigue día a día, como no. La que ha tocado esta vez ha sido un poco apagada, diría yo... Llevo tiempo con ganas de escribir, con decir mis pensamientos invisibles. ¡Benditos los sueños y LA VIDA con su aura tan fresco, tan normal!
El año pasado, cuando ganaron el partido, con Quinta.
Mis estudios humanísticos van genial: buenas notas, sin sueño en las clases y aprovechando todo al máximo. Lo único el tema del pendiente. Haré caso a Kant y acataré las estultas leyes. Reíros y llenaros de cariño...
"... sed libera nos a malo."
¡Salud!, República y mucha suerte.
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